lunes, 27 de diciembre de 2021
Cólicos existenciales.
viernes, 24 de diciembre de 2021
Silencios
martes, 7 de diciembre de 2021
Las flores
miércoles, 1 de diciembre de 2021
Sombras
Caíste de la nada, intempestuoso, como un rayo, no te vi venir, no escuché tus pasos, no entendí tus indirectas, no capté tu directa, fui sorda a mis rutinarias advertencias, fui ciega a lo que siempre había tenido a la vista.
Entraste como un visitante, algo temporal, nada de qué preocuparse, algo sediento, juro que hasta te vi en harapos y sentí la necesidad de darte mi abrigo, descalzo y cansado del corazón.
Pero sólo vi lo que quería ver, la que estaba en harapos era yo, la que estaba sedienta era yo, la descalza era yo y la cansada era simplemente yo.
Y me diste de beber, me abrigaste, me sobaste la espalda y me dejaste soñar con un puerto, una piel, me dejaste soñar como deja el médico soñar al moribundo, con la cortesía de quien sabe que te vas de este mundo y ve tu cara reluciente en el último momento.
Qué buena muerte debió ser, con la excepción que soy un ente difícil, puedo agonizar durante un tiempo que se antoja eterno y cruel, pero en el último aliento, puedo ver, puedo escuchar, puedo sentir, sentir la negrura de mi sombra irguiendose, valorosa, áspera, absolutamente dueña de mi y me levanta de esos sopores hipnóticos de tu ser.
Oh, sombra, mi héroe, que me devuelves mis manías, que me devuelves mis estados y mis puertos donde los extravíos y los naufragios navegan al son de mis olas, sin desfallecer jamás, nunca hizo tanto daño un Hola y Adiós, un Te quiero y un Olvídame al mismo tiempo.
Que las venas se revienten de dolor y la respiración se corte de tajo para morir de una vez, y así podré renacer, arrancandole un corto tiempo más a este maldito bucle de vida.