jueves, 25 de agosto de 2022

Historias de un amor introvertido

 I

Tan agotadores le resultaron sus silencios que terminó convenciendose que no era correspondido. Tan confusos sus besos y sus miradas que creyo eran pinceladas de simple seducción y narcisismo. Tan simples los te quiero que le faltaban ese toque de magia que dicen las canciones. 

Y decidió no contestar más los mensajes, decidió abrir el pozo negro de la incertidumbre, puso los puntos sobre las íes,  sus íes, transformó el dialogo en monólogo, decidió construir una pared donde se estrellaron todos los pensamientos, la pasión y el romance que le profesaba, de forma especial, solo como un ser introvertido puede dar. 

II

Ella, siendo optimista, pero reservada, le dedicó horas enteras, lo acarició tantas veces y de tantas formas diferentes, lo beso con todos los besos que ella conocía y le contó toda su vida, sus aciertos y tristezas, sus temores más profundos y sus ilusiones más sublimes, sus fracasos,  sus intentos de éxitos,  su arte para la seducción y el amor lo practico con él y lo suponía feliz de tenerla, contentos del kairos que atinaron a vivir. Lástima que todo pasó en su cabeza nada más.  Lástima que no pudo siquiera que un te extraño fuera tomado en serio, amó de tantas maneras que enfermó, el invierno le arañó el corazón y congeló su tristeza. 

Pobre amor introvertido que no pudo romper sus corazas.