viernes, 24 de febrero de 2023

Como la adolescente

 Y de repente me encontré con tu foto, con ganas locas de ponerla como póster en mi pared, una locura, un sin sentido, era como poner a un artista de cine, algo tan infantil, que sólo pasa en tu adolescencia, cuando el póster de tu ídolo es lo único que importa, en la puerta, en el cuaderno, en un folder, en cualquier lugar, como una pegatina febril, donde puedas soñar, verlo, acariciarlo, hablar con él y especialmente, te corresponda. Toda una película estúpida de Hollywood.

Y te encuentras así, cómo una adolescente, precoz, intensa, con los ojos fijos en una foto con filtro, pensando, recreando, fascinando, imaginando...soñando 

Con tanta fantasía de frente, llega el triste momento de la razón, no es real, es una proyección de tu pobre vida emocional, es solo una ilusión de tu pésima historia de amor inventada, patética y repetitiva. 

Descubres que el hombre es real, tiene sueños y metas reales, que no es un personaje salido de tus ridículos sueños, que es una persona de carne y huesos, que tiene a su lado a alguien que es real, que le apoya, o quizás no, igual no es tu problema, alguien que le ve en las mañanas y le talla la espalda, que lo besa sin culpas ni temores, que lo posee, que es dueña y señora de su rostro, de su rutina, de su sonrisa, si, su sonrisa...

Y todo el artilugio que tejí, que hilvané en mi mente, solo podrá tener un resultado, el desvanecimiento total de una vana ilusión, el derrumbe total de una baraja de naipes echa de aire, aunque, lo único que sí será real, será el ardor profundo de la realidad. Quedé prendida, otra vez y con la precocidad de mi lejana adolescencia, me sorprendí con un sentimiento de antaño, el del amor imposible, el amor platónico,  de los que nunca terminan bien, pero tampoco mal, porque los llevas dentro, como los tatuajes vivos, como los demonios disfrazados de amor, las sonrisas que desvanecen, los besos sin aliento, las manos que enternecen, las miradas que matan.  Así quedé, como la grupi de calcomanías y pósters, besando y bailando sola al compás de su ingenua canción de amor.