lunes, 28 de septiembre de 2020

VOY

Voy a olvidarme por un momento de ti, voy a olvidar por un momento tu mirada, tus gestos y tu comfort, tus labios, tu barba y tus manos inquietas y robustas.

Voy a dejar de pensar un momento en ti, en tus manías, en tu sonrisa desganada, en tu afán por comerte el mundo, en tu rutina ordinaria. 

Voy a dejar de creer un momento en ti, para creer en mi, voy a desviar mi atención hacia mi camino, y no hacia el tuyo, que no compartes conmigo, voy a derrochar las horas llenando mi espacio, que no llenas conmigo, voy a contemplar mi fuego, que no contemplas conmigo.

Y, para regresarte a tu cotidiana existencia, voy a arrancarme momentos de la memoria, esos que me condenan, esos que me arrastran inevitablemente a un jardín iluminado, pacifico, otoñal, perfumado, fantástico. Los recuerdos no se oponen, no ofrecen resistencia, pues tienen ya las cicatrices de batallas perdidas y saben el costo de una guerra sin sentido, el corazon no opina, porque a ese ya lo asaltó la razón,  y la locura solo mira de lejos, pues ha sido enajenada por la cordura. 

Y sí, indudablemente voy a dejar por un momento de pensar en ti, sólo para pensar en mi. 

martes, 8 de septiembre de 2020

A mi ex

 Me preguntan hoy en dia, después de muchísimo tiempo, que si te olvidé, que si seguimos en contacto, que si estamos de amigos, etc.

Pues cómo decirlo, cuando veo al cielo lleno de estrellas, me recuerda a ti y sonrío, no por el brillo que desprenden, sino porque afortunadamente,  están a años luz de distancia de mi.

Me gustaría que tu baúl de memorias convirtiese mi recuerdo en un mito. Que supieras que fuiste, en algún momento,  espacio o tiempo, y que, como todos, jugaste a ser caballero, espadachin, héroe,  pero como todo. Un mito nada más.

La muerte es el olvido, y así,  los caminos del andariego se iluminan con la lámpara de los recuerdos, con el brillo que desprende la satisfacción de la distancia, la seguridad de no volver a andar esos caminos que alguna vez te parecieron lisos, llanos y fuertes, pero que no son más que caminos, regulares, llenos de trampas, acertijos y arlequines. Magia de circo.

Estamos bien. Yo aquí,  y tú,  no sé donde, en tu lugar, donde siempre debiste quedarte. En el parque de ferias. 



lunes, 31 de agosto de 2020

Podría decir...

 Ahora somos tres, o quizás cuatro, o quizás ninguno. Cómo saberlo en estos tiempos apocalípticos donde nada es lo que parece.

Podría decir, qué bonito es encontrarte en medio de una pandemia, qué inesperado este reencuentro en tiempos de distancia social, qué milagroso es sentir algo hoy que está de moda no sentir en absoluto, donde los sentimientos son un lejano recuerdo de un tiempo ya vivido,  aunque no olvidado. 

Podría si, decir todo eso, o quizás lo más indicado sería simplemente decir me gustas, no al estilo 2020, sino al estilo más bien old fashion, o sea, para un buen rato. No te quiero como un capuchino de mediado de semana, te quiero como mi café de todas las mañanas,  como el Karate de todas las tardes, como mi sábana de todas las noches. 

Lo peor que podría pasar es que fueras sordo, no de discapacidad física, sino emocional, de esas que abundan tanto hoy en día.

Lo peor que podría pasar es que fueras un robot, que en vez de sentir, solo respires, por simple mecánica. 

Lo peor que podría pasar es simplemente que no quieras involucrarte por falta de referencias, nunca habías tenido un amor y no sabes cómo lidiar con ello. 

En fin, lo mejor que me podría pasar a mi es mantener la distancia en caso que fueras sordo o robot. Y lo mejor que te puede pasar a ti es que al fin encuentres esa referencia que tanto necesitas, y que podria ser yo, con todo y mis gustos por el café.