miércoles, 24 de septiembre de 2014

otra vez el camino...



Si les ha pasado que caminando se detienen, miran hacia atrás y se dan cuenta de cuánto han recorrido para llegar ahí? Especialmente cuando se hace una caminata larga, con cuestas, senderos, empinadas, con muchas piedras en el camino y a veces con uno que otro riachuelo?
Sí, así me siento, con una sonrisa en mis labios y mis ojos puestos de nuevo en el camino, seguiré avanzando hasta donde las fuerzas me respondan, y créanme que sí tengo mucha fuerza para seguir. 

Y celebrar con una copa de vino, un buen trago de Flor de caña o una cerveza, cuando llego a una colina y ver cuánto recorrí, especialmente no cuánto sino lo que recorrí, porque al final la calidad es mejor que la cantidad, sentirme agotada si, pero no derrotada, agotada de apartar piedras y palos del camino, quitandome las espinas de los pies (y el corazón) que me impedían seguir, sí, merezco esa copa, ese trago.

No niego que algunas veces he caminado en círculos, si, cuando nos encontramos con uno de esos amores a los que nos aferramos con todas nuestras fuerzas y sentimos que si lo soltamos nuestro corazón se irá con ellos y nuestra vida se convertirá en cenizas, ese círculo que solo nosotros podemos recorrer una y otra vez, y nos preguntamos ¿por qué a mi? ¿por qué otra vez? Simple, porque te encariñaste con la piedra, tropezaste una y otra vez y en vez de apartarla o esquivarla, decidiste cargarla a tus espaldas.

Pero además te encontrarás con muchos espejismos que sólo te llevarán a andar en círculos, y están los  atajos que también te harán creer que son el camino verdadero, no hay atajos en la vida, eso tenlo por seguro. Las piedras, palos y basura que te encontrarás y que sólo obstaculizaran tu camino, deberás saltar sobre ellos, otras veces deberás asirte de toda tu fuerza y sacarlos de tu camino definitivamente. Pero nada de esto te lo enseñan en ninguna parte, no está en ningún manual ni hay un guía, el camino se recorre solo, con ganas, fuerza de voluntad, corazón y valores como los únicos acompañantes.
Tendrás miedo todo el tiempo, pero no importa, el valiente no es valiente porque no tiene miedo, sino porque avanza a pesar de él.
Tendrás dudas, pero está bien, el que no duda nunca lo da todo por sentado y se equivoca insanamente.
Te sentirás muy solo, y en realidad lo estás, pero debes decidir cuánto te afecta. Todos lo estamos. De una u otra forma debe ser así. Nadie va a recorrer el camino por vos. Es tu vida, tu camino, tu batalla. Por eso eres único.
Unos días serán muy oscuros, pero no le temas a la oscuridad, otros días serán muy claros, aprovéchalos.   La oscuridad no es mala. Tampoco es ausencia de luz. Es solo la otra cara de la moneda, y no es posible tener una moneda de una sola cara.

Pero al final, de todo eso se compone  el bendito camino, porque si no, sería un camino liso y derecho, no tendría sentido caminar como autómata, con un final feliz ? No lo sé, con un final seguro, feliz no lo sé.