viernes, 28 de octubre de 2011

Curita para el corazón

He sentido palpitar mi corazón varias veces, mi estomago con mariposas revoloteando en su interior, el sudor en mis manos, la ansiedad por los besos,  la sonrisa digna de un anuncio de pasta dental, pero sin la pasta y sin los dientes blancos, el entumecimiento cerebral y así hasta llegar a un estado similar a la estupidez, lo cual significa que también he llorado valles de lágrimas cuando un amor se va o en el peor de los casos cuando me doy cuenta de que un amor nunca fue.

Es realmente triste y lamentable ver a alguien de cavanga en su estado màs puro, como bien le decimos los nicaraguenses a las penas de amor, pero más triste y lamentable cuando es a uno a quien le rompen el corazón, es una tragedia que firmemente creemos en ese momento  que nunca superaremos.

Hay personas que fácilmente salen de esas cavangas, pues en un parpadear de ojos se topan con un amigo/a y en 24 horas se enamoran, por lo que el lunes los ves moqueando y el sábado ya están felices con un nuevo amor. Con que ligereza se toman el amor! bien dice el refrán A rey muerto, rey puesto. Como si fuera fácil desprenderse de un sentimiento como si fuera un reloj o una prenda de vestir, pero bueno, admiro a esa gente que tiene el corazón ligero.

En mi caso particular no me ha sido fácil juntar los pedazos del corazón cuando me lo han roto, al fin y al cabo esto de amar no se acaba nunca, bien te puede romper tranquilamente el corazón tu mejor amigo, o tu madre o tu hermano, y por supuesto el dueño de tu afecto. Son tan variadas y curiosas las formas de romper un corazón que a algunos se les hace fácil hacerlo, las victimas abundan, son como esos vampiros de película que se le acercan seductoramente a la chica y ella fascinada le da su cuello y zas! le dan el mordisco que acaba con su vida.

No hay edad para romper un corazón ni mucho menos para que te lo rompan, aunque con los años yo no se si son callos o simplemente precaución y sentido común, pues llegas a determinada edad en que te vale madres el comportamiento dañino que tengan los demás, e intuyes el peligro a tiempo, pero no estoy segura de que a todos nos pase. Lo que sí sé es que romper corazones es más fácil que conquistarlos.

Las benditas canciones de "amor" se me antojan cortapulso y el solo hecho de recordar una escena vivida se transforma en un verdadero charco de lágrimas, sino preguntenle a su almohada, que si hablara te rogaría que la dejaras en paz. No es bueno sentarte a escuchar esas canciones de pecho herido que canta José José y similares, pues te llevan a un vergonzoso estado de depresión que se torna insoportable para quien lo unico que quiere es olvidar.

Recuerdo haber permanecido en estado casi catatónico cuando me rompieron el guacho por primera vez,  sí, hubo una primera vez que no es la única, hay varias, me he enamorado más de una vez y todas las veces con variadas dosis de amor y pasión, unos dirán que al parecer no he aprendido, pero no es eso, es que simplemente creo que amar es vivir y vivir es amar, el que se rehúsa a amar ya está medio muerto en vida.

No significa que ande con el corazón en la mano a ver quien me lo desploma, no, lo que pasa es que no podemos pretender pasar por esta vida sin sentir el alma desquebrajada por un sentimiento, pues no somos de piedra y sentimos, somos seres emocionales, aunque a mi en lo personal me cae gordo reconocerlo, pero es la pura verdad, así que de vez en cuando es bueno despertarse de ese letargo en el que voluntariamente nos metemos para no sentir, eso sí, dejesmole a los adolescentes los amores de telenovelas.

No creo que uno deba esconderse del amor, no somos autómatas, y si tenemos un corazón además de palpitar es para sentir, eso es lo que nos diferencia del resto de las criaturas, sólo debemos de caminar con cuidado, pues hay gente que anda por la vida con pasatiempos tan raros y crueles como es el de romper corazones. Cuidado con ellos!
Mi sugerencia: Ama, vive y llora....pero no seas pendeja